Descubre la magia del cine independiente en Barcelona

JAVI CARRO: Ayer asistí como público a uno de los eventos, una mesa redonda. Durante la parte final de las preguntas de los asistentes me acerco a la señora que manejaba el acto para indicarle, ya que me había percatado de que se estaba grabando el evento, que quería hacer una pregunta pero no quería que quedara grabada. La señora me indica que cuando haga la pregunta empiece diciendo que no quiero que se grabe, para así editarlo después. Y me indica además que haga la pregunta deprisa porque están a punto de acabar y que coja el micrófono para hacerla en cuanto acabe la persona que estaba preguntando en aquel momento. Vuelvo a mi asiento y en cuanto la mencionada persona acaba le pido el micrófono, listo para hacer mi pregunta. Pero en ese momento la señora con la que había hablado hacía un minuto pasa a pedirle a la mesa redonda que haga unos titulares a modo de resumen y los ponentes lo hacen. (Repito: es la misma señora que un minuto antes me ha dicho que en cuanto acabe la persona que está preguntando pille yo el micrófono para hacer mi pregunta). Yo sigo micrófono en mano esperando a hacer mi pregunta. Pero la señora, tras los titulares de los ponentes, sentada a unos pocos metros de mí pasa a dar por cerrado el acto. Un auxiliar se me acerca y me retira el micrófono de las manos, dejándome perplejo ante lo que está ocurriendo. Y lógicamente nunca puedo hacer la pregunta sobre la cual específicamente había hablado con la responsable del acto un minuto antes de que ella pase a pedir a la mesa un resumen y a continuación dé por concluido el evento. No sé cómo funcionará el resto del festival, pero no dejó se sorprenderme lo ocurrido, más cuando había comprado una entrada (10€) para el acto porque me interesaba por una coyuntura profesional puntual. He sido jurado en diversos festivales, incluyendo presidente del jurado en un par de ellos, y cliente de un productor que estaba entre la audiencia de los tiempos de cuando rodábamos con Coixet porque él la tenía en Eddie Saeta, y nunca habría imaginado que algo así pudiera pasarle a uno cuando uno va como público. Realmente sorprendente. El evento en sí fue muy interesante y útil, pero lo ocurrido al final empaña la visión del conjunto. Cuando acaba una relación, cómo acaba tiñe hacia atrás el recuerdo de esa relación. Aquí ocurrió igual.

Adriana Marin: Nos ha encantado!!! La calidad de la imagen es espectacular desde todas los asientos y el sonido es increíble. Las butacas son muy cómodas. Los lavabos también están bien y es muy acogedor y peculiar la decoración. Recordad ir con efectivo porque en el kiosco no aceptan tarjeta. Proyectan clásicos muy buenos y si te haces socio te recompensan con descuentos y cosas por el estilo. Muy recomendable!!! Salas así son tesoros que nos gusta cuidar en Barcelona, para que no las cierren como pasó con el Texas… una gran pérdida.

vitor carvalho: El peor cine que he estado, la pantalla es más pequeña que la silla. No hay donde poner las botellas. El sonido estaba muy bajo apenas se apreciaba, pantalla de mala calidad. Al entrar no puedes ver los números de las filas. Así que me puse donde podía. No hay palomitas dulces…

Esteban Matías Bresba Nóbile: Carta variada y sabrosa. Piscosours muy ricos. Habíamos reservado por la aplicación del tenedor para 4 personas con descuento de un 30%. Al llegar al restaurante avisamos de que faltaría una persona, y después de gastarnos 3 personas 200€ dijeron que no nos aplicaron el descuento y que no nos habían dicho eso al llegar.

Nicol Martinez: Podrás disfrutar de películas poco comerciales pero de gran calidad. Situado en pleno corazón del Raval, en una plaza muy bonita. Ambiente peculiar, con comercios de diferentes índole, como diversas tiendas de telefonía o aparatos eléctricos, peluquerías, restaurantes, etc.

Pilar C: Muy buena opción primaveral en los Verdi.

Mateo Gastaldi: La sala está buen bien, el sonido también! Me sorprendió para mal la atención a la hora de comprar palomitas o bebidas. La película comenzaba 21:20 y llegamos 21:05 para tener tiempo. Había una sola persona en atención al público para atender a todos los posibles compradores. Para un balde de palomitas tuvimos que esperar +de 25 minutos, muy mal!

Alberto Denia Cerezo: El único cine de Barcelona que puedes ver varias películas, pagando por una. Dónde el taquillero, es el que controla el acceso a la sala y pone la película. Las instalaciones son mejorables, aunque la sala está a buen nivel.

Maria Jose Navarro: Buen cine, con películas alternativas versiones originales. Muy acogedor

ANDREA BERNAL: Mi cinema favorito, las butacas son muy cómoda, el personal amable, en general un 10 al servicio, calidad y precio.

Quim M.: Infantiles a 3 euros. Merece la pena. A este precio se forman colas en la entrada.